PASAR AL OTRO LADO


Wilhelm von Pluschow. Retrato de Vincenzo Galdi, Posillipo (Napoli), hacia 1895. Lee Miller, fotografía de Man Ray, 1930. Tina Modotti, fotografiada en 1924 por Edward Weston.

La belleza de un cuerpo joven, a menudo, ha atraído la codicia de las miradas: ante la cámara mostraron sus cuerpos desnudos y desde esta carne atrapada, pasaron al otro lado. Vincenzo Galdi, Lee Miller, Tina Modotti sirvieron de modelos (desnudos) a W. Plüschow, Man Ray o Edward Weston, pero también supieron imponer su mirada con una cámara. Tres ejemplos distintos de una misma metamorfosis, tres caminos diferentes que comenzaron desde un mismo punto: frente al objetivo de la cámara de un fotógrafo.


Los estudios pornográficos, excesivamente audaces, que insultaron a la moral pública italiana de 1907 supusieron el final de la actividad fotográfica de Vincenzo Galdi, quien siendo un adolescente (casi un niño todavía), como tantos otros de aquella Italia pobre en tránsito entre los siglo XIX y XX, sólo poseía la desvergüenza de la pobreza y la belleza de su cuerpo puber expuestas al deseo de los cultos y ricos exiliados de las hipócritas sociedades del Norte de Europa. Pero él consiguió algo más que unas monedas de este paso por su lechos y sus cámaras; el oficio de fotógrafo (eso sí, pornográfico).

El caso de Lee Miller parte también de una infancia mancillada (fue violada por un amigo de su familia), pero en el París del período de entre guerras encontraría el diván del Surrealismo. Primero fue modelo de moda y más tarde conocería a Man Ray, con quien mantuvieron relaciones y para quien posaron tres de las mujeres que rompieron en mil pedazos los corsés de la moral burguesa y que serían vitales para los surrealistas: Kiki de MontparnasseMeret Oppenheim y, por supuesto, Lee Miller. Su cuerpo, desnudo y solarizado, el de las fotografías de Man Ray, nos habla del deseo y del trauma (no podía ser más que la mantis religiosa). Pero desde el diván de su aprendizaje, atravesando la lente, llegó a ser una de las primeras fotógrafas en trabajar para la agencia Magnum.

El caso de Tina Modotti también arranca desde su belleza y su cuerpo; en este caso fue Edward Weston su amante y su maestro. Juntos y acompañados de Brett (hijo de Weston) viajaron a México en el año 1922. Fue allí donde se inició en la fotografía, que desde un principio tomó en ella un valor de lucha. En este sentido, fotografía, vida y revolución serán inseparables en Tina Modotti. Cuando Weston volvió a USA, ella permaneció en México, afiliándose al Partido Comunista Mexicano, utilizando su fotografía como entendió su vida, como un medio de acción e intervención en la realidad, posibilitando (pese a los avatares políticos que le llevaron injustamente a perder la nacionalidad mexicana) la emergencia de una nueva generación de fotógrafos mexicanos, con fue el caso de Manuel Álvarez Bravo.


Estudio de desnudo; Vicenzo Galdi; Taormina, hacia 1890. Guardias vencidos pidiendo clemencia (Buchenwald, 1945) Lee Miller. Mujer de Tehuantepec,Tina Modotti, hacia 1928.

1 opiniones:

Pepa González at: 28.1.12 dijo...

Qué elegante escribes, Raven.

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