NOS DEJÓ LARRAÍN, EL MAESTRO CHILENO

Sergio Larraín

En Chile nació y allí mismo murió ayer martes, a los 81 años, el gran fotógrafo Sergio Larraín Echenique. El de Santiago decidió dejar en su juventud los estudios en ingeniería forestal para empezar a disparar con una Leica IIIc que compró en EEUU. En los 50 retrató a los niños pobres de Santiago, a solicitud del Hogar de Cristo, y dos de esas fotos las compra Steichen en 1956 para el MOMA. Esto le abre las puertas y así, tres años después, el mismísimo Cartier Bresson le anima a trasladarse a Europa y formar parte de la Agencia Magnum

Leemos en la edición digital del diario La Tercera que la vida del autor del excelente reportaje sobre Valparaíso inspiró novelas, atrajo a Neruda y motivó a Cortazar a escribir un cuento que acabaría reinterpretando Antonioni para rodar su mítica película Blow up. Nada menos. 

Cuando estaba en el apogeo de su carrera, en los años 70, Sergio Larraín decide dejar la fotografía y dedicarse a la práctica del yoga, a la meditación y a pintar, negándose a conceder entrevistas. "Eventualmente toma fotos, pero sobre todo pinta paisajes de la zona. Lo que más le importa es salvar al planeta", afirmaba su hija Gregoria. Aunque algunos piensan que su retiro vino forzado por el reportaje que realizó, por encargo de Magnum, a la mafia siciliana.

Una vida apasionante. Os dejamos con la célebre carta con excelentes consejos que escribió a su sobrino Sebastian, que quería dedicarse también a la fotografía, y que en este video él mismo lee. Un día triste para Cienojos.

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