BUSCAR FLORES QUE SIRVAN COMO SILLAS


Javier Codesal (Huesca, 1958) impartirá un taller el próximo mes de julio en Cabo de Gata (Almería), organizado por Oscar Molina y que lleva por título "Quemar la imagen. Prácticas de ver la imagen móvil". Este autor multifacético, que se adelantó a muchos en la investigación del lenguaje videográfico y su relación con la fotografía, es uno de nuestros mejores "artistas secretos", como cuenta El País en un artículo publicado en el 2009. Pionero del videoarte, poeta, narrador y fotógrafo, su trabajo siempre se ha desarrollado desde la más absoluta discreción, quizá porque la humildad es su presupuesto:
"Soy de los que ponen siempre la cámara abajo, de los que miran desde abajo, a veces físicamente de rodillas".
Sin embargo, la intensidad de los temas que aborda, universales, eternos, inmensos (el deseo, la muerte, el dolor, la memoria, la muerte, lo sublime...) hace que su trabajo alcance resonancias profundas. Enredado con el sentido profundo y esencial de la vida, Javier pasa los días buscando flores que sirvan como sillas, preocupado en hacer que los objetos cambien de función, en definitiva, porque para eso sirven los artistas, que ya lo dijo el gran Rimbaud. Lo cuenta Codesal en una entrevista publicada en el canal de TV de la Fundación Universitaria San Pablo.


Su trayectoria profesional, a pesar de la escasez de materiales en la red sobre él, es muy extensa y destacada. Entre sus exposiciones individuales pueden mencionarse Las estructuras elementales (Casa sin fin, Madrid, 2011), Dentro y fuera de nosotros (La Virreina, Barcelona, 2009), El monte perdido (Galería Estrany-de la Mota, Barcelona, 2004) o Inmóviles-Fábula de un hombre amado (Espacio Uno, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 1999).

Javier también ha participado en numerosas exposiciones colectivas, como: Video(S)torias (Artium, Vitoria, 2011), Intervalo (MADC, San José, Costa Rica, 2010), El discreto encanto de la tecnología. Artes en España (ZKM, Karlsruhe, Alemania, 2008), Fotoencuentros 08 (Muralla Bizantina, Cartagena, 2008) o Cazadores de sombras (MAMBO, Bogotá, 2007).

Y ha publicado los libros: Imagen de Caín (Icaria, 2002), Ha nacido Manuel (Icaria, 2005), Feliz humo (Periférica, 2009) y Dos películas (Periférica, 2010). Entre 1993 y 1996, Javier Codesal llevó a cabo la reconstrucción y finalización de la película Acariño Galaico, de José Val del Omar.

"¿Cuál es el sentido de la iconoclasia?. (...) Parece que llegar a una posición crítica respecto a nuestra propia mirada, incluyendo las formas de ver de la cultura en la que participamos, pasa por acceder a esa dimensión acrítica que constituye el acto mismo de mirar. (...) Sobre esta base, el taller se plantea como una prueba de lectura; no pretende por tanto pasar del tanteo, y su objeto es doble: aproximarse una vez más a la fluidez imparable de la imagen (en movimiento) y aproximarse aún más a la incertidumbre del cuerpo que mira". 
Javier Codesal

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