CARLETON WATKINS, PIONERO DEL ACTIVISMO FOTOGRÁFICO

Carleton E. Watkins (1829 NY–1916 California) fue un pionero en la utilización de la fotografía para reivindicar la conservación de espacios naturales en Estados Unidos, mucho antes que el obsesivo Ansel Adams se pusiera a lo mismo décadas después. Carleton consiguió en 1864 que el Congreso de los Estados Unidos protegiera el Yosemite Valley y lo declara en Parque Nacional.

Pero en realidad, Watkins fue un pionero en muchos otros sentidos. Arrastrado por la fiebre del oro, en 1851 viajó a California con Collis Huntington, que terminaría siendo uno de los poderosos propietarios del Central Pacific Railroad y para el que haría muchos trabajos documentando el gran invento con cámaras estereográficas, que eran su especialidad. Mientras, trabajó en una librería y en la galería fotográfica de Robert Vance, del que aprendió el oficio. El viaje que hizo a Yosemite en 1861, cargado con una enorme cámara de plazas y otra estereográfica, cuyas imágenes vendió a la vuelta, numeradas y motadas sobre cartulinas que cambiaban de color según la serie, lo consagraron como maestro de la fotografía de paisaje en la época y la medalla que obtuvo en la Exposición Mundial de París en 1868 lo confirmó.

En 1871 montó su propio estudio, después de años de trabajar para otros, pero la crisis del 75 lo arruinó y tuvo que vender todo su archivo a sus acreedores. No obstante, más fuerte que las montañas que tanto le gustaba fotografiar, Carleton empezó de nuevo y volvió, uno por uno, a todos los sitios que había fotografiado, a repetir las tomas. Eso sí, empezó la numeración de las nuevas placas en el número 3.000.

Cuando tenía 50 años se casó con su mujer, Frances Sneade, que tenía 22. Con ella envejeció feliz hasta que en 1906 un terremoto destruyó su archivo de placas de cristal completo, el trabajo de toda una vida. Su salud se deterioró y ya no volvió a hacer fotos. En la actualidad, sólo podemos admirar su trabajo a través de las copias que dejó sobre papel. La Eastman custodia unas cuantas y el resto las conservan varian instituciones, entre ellas la Central Pacific Railroad Photographic History Museum y The National Stereoscopic Association.

3 opiniones:

Evan Guillén at: 31.7.12 dijo...

Una pena que se perdiese ese archivo.

Pepa González at: 31.7.12 dijo...

Es fascinante. Sí, es una pena que se haya perdido ese archivo, pero quizás eso lo convierte en más interesante aún.

RAFA at: 31.7.12 dijo...

Apasionante. Estoy con Pepa, es una pena que se haya perdido casi todo sobre todo por el documento impresionante que serían esas fotos de espacios sin intervención humana.

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