ROBERT ADAMS EN FORMATO ENVOLVENTE

ParisFoto 2009, Julián Garnés García
Cada vez es más complicado disfrutar de una buena exposición que aúne cantidad y calidad presentando el trabajo de un autor en un "formato envolvente". No hablamos del tamaño de las copias, que no tienen porqué ser necesariamente grandes, sino más bien de un conjunto de factores que permiten una auténtica inmersión convirtiendo la visita en un viaje intenso donde cada imagen conecta con nuestros recuerdos y experiencias. La intensidad marca la diferencia entre ver la fotografía y vivir la fotografía. Y, desafortunadamente, esto es algo cada vez más difícil de encontrar en altos grados, en lo que a fotografía expuesta se refiere.

Siempre es un placer disfrutar de copias en pared pero está claro que la intensidad de diez copias en una pequeña sala o galería es algo menor que el que encontramos en una gran exposición como las de CaixaForum, Fundación Mapfre o Reina Sofía, por citar algunos ejemplos. Una autentica inmersión en el universo fotográfico de un autor requiere de un diseño expositivo en condiciones y un amplio espacio que garantice tiempo. No es lo mismo ver una exposición de diez minutos que aislarnos del mundo una hora. Esto es en fotografía lo que al cine la pantalla grande.

La crisis ha supuesto un cambio de paradigma en lo que a mostrar la fotografía se refiere. Hoy encontramos menos exposiciones y más austeras. Por suerte, el auge del fotolibro está viniendo a compensar esta falta de contacto, esta pérdida de intensidad que se produce entre la obra y el espectador. Ante el decreciente presupuesto expositivo, el fotolibro nos ofrece un consumo íntimo e individual mucho más intenso que algunas exposiciones. Las exposiciones de fotografía entran en el terreno de apuesta arriesgada para la iniciativa privada y poco atrayente para la pública. Y no hablemos de la autoproducción expositiva que queda ya como algo casi mitológico.

Por eso siempre nos alegra conocer buenas nuevas como la que nos llega desde el blog de Jon Uriarte ("En bruto"), que publicaba hace unos días un estupendo post sobre los lanzamientos expositivos y editoriales de esta temporada. De entre ellos destacamos en esta entrada la próxima exposición de Robert Adams en el Reina Sofía para el 15 de enero de 2013.

La alegría es doble, por un lado, por la presencia de la fotografía en grandes instituciones públicas como este museo, y por otro,porque vamos a tener la oportunidad de disfrutar de una gran exposición en formato envolvente sin tener que esperar a PhotoEspaña. El formato envolvente está garantizado si nos acogemos a precedentes como los monográficos dedicados a Edward Steichen o Alberto García-Alix por este centro de arte.

Robert Adams
En esta ocasión nos encontraremos con una selección de 250 fotografías que configuran la mayor muestra dedicada a Robert Adams en Europa, con un amplio recorrido por la obra de Adams desde sus inicios en 1965 hasta 2007.
Robert Adams es un testigo perpetuo del cambio en el paisaje del Oeste americano. Decimos perpetuo porque ya lleva más de cuarenta años observando cómo este entorno sufre las alteraciones de la mano del hombre. Adams presenta un paisaje en blanco y negro, desgarrado, arañado por la erosión del hombre, el urbanismo, las talas y otras incisiones que los seres humanos practicamos sobre el entorno despojándolo de su virginidad.

Su trabajo podría considerarse una antítesis al de su compatriota Ansel Adams, aunque ambos guardan en el fondo un sentimiento conservacionista que expresan de formas opuestas. De la belleza casi onírica de los paisajes de Ansel a la crudeza desalentadora de las imágenes de Robert.

Robert Adams llegó a la fotografía por casualidad. En 1967, la Universidad de Colorado Springs, donde era profesor de literatura inglesa, organizó un coloquio sobre el paisaje del Oeste norteamericano y le encargó una serie de fotografías sobre los alrededores de la ciudad. Este trabajo supuso un reto para él ya que apenas poseía conocimientos técnicos sobre fotografía y, a la vez, le descubrió un mundo que le haría abandonar la enseñanza para recorrer territorios que aún poseían ese lado salvaje de la leyenda del Oeste americano. Robert es, sin duda, un fotógrafo esencial en la historia de la fotografía estadounidense ya que ha sabido construir de forma ejemplar su propio lenguaje, evolucionando desde sus primeros trabajos en los años sesenta.

Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams
Robert Adams, nacido en Orange (Nueva Jersey) en 1936, es conocido por sus imágenes en blanco y negro del oeste de Estados Unidos. Fue galardonado con el Premio Hasselblad 2009, uno de los más prestigiosos del mundo dentro del campo de la fotografía, por ser uno de los fotógrafos ‘más importantes e influyentes de los últimos 40 años’, según señaló el jurado en su fallo. Está representado por la galería Fraenkel en San Francisco y la Matthew Marks Gallery en Nueva York.