ANCIENT LIGHT Y UN POQUITO DE HISTORIA


La fotografía y la ciencia han ido de la mano desde la invención de la primera. De hecho, el primer intento de hacer un libro a partir de procesos fotográficos fue un catálogo de las algas británicas: "Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions" (1843 – 1853). La primera parte del libro (que, como era habitual en los inicios del medio fotográfico, se publicó por fascículos) se adelantó unos cuantos meses al que está considerado tradicionalmente como el primer fotolibro: "The Pencil of Nature" (1844 – 1846).

Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions

Con esta pretensión de apoyo al conocimiento científico llegaron más tarde los libros de temática astronómica. Lo más fácil (por brillante) y lo más cercano que fotografiar era, sin lugar a dudas, la Luna. El primero de ellos llegó pisando fuerte pues fue uno de los primeros casos en los que el valor documental de la fotografía se llegó a cuestionar; corría el año 1874 y James Nasmyth y James Carpenter publicaban "The Moon: Considered as a Planet, a World, and a Satellite". Debido a las largas exposiciones requeridas para fotografiar la Luna mediante la técnica del colodión húmedo, los disolventes alcohólicos se evaporaban antes de que la exposición requerida finalizara. ¿Cómo resolver el problema? Pues construyendo modelos de la Luna en yeso y fotografiándolos. Y más aún: en su empeño por demostrar que en la Luna había actividad volcánica, incluyeron lo que parecía humo en alguno de sus cráteres. He aquí un gran documento para la ciencia.

The Moon: Considered as a Planet, a World, and a Satellite
Con algo más de seriedad, y con las "nuevas" emulsiones, se lo tomaron Maurice Loewy y Pierre Puiseux en su "Atlas photographique de la lune". El libro fue publicado en 12 fascículos a lo largo de 14 años (1896 – 1910) y la calidad de sus imágenes tardó años en ser superada. Esta vez sí, para hacer las fotos, usaron un telescopio apuntando a la Luna, la de verdad.

Atlas photographique de la lune


Y en esta tradición, pero con una aspiración más estética, se encuentra una publicación mucho más reciente: "Ancient Light: A Portrait of the Universe", de David Malin. Publicado por Phaidon en 2009, el libro hace un recorrido desde la Luna hasta los objetos de cielo profundo como nebulosas, galaxias o cúmulos globulares a través de espectaculares imágenes en blanco y negro. En una edición mucho más próxima a la concepción del fotolibro que a la mera colección de fotografías, Malin hace un repaso principalmente por los cielos del hemisferio sur.

David Malin ha trabajado como fotógrafo-investigador en el Observatorio Anglo-Australiano desde 1975 y ha publicado su trabajo tanto en publicaciones científicas como en revistas como Life o National Geographic; ha desarrollado métodos de hipersensibilización de las emulsiones fotoquímicas con las que trabajaba en grandes placas de cristal; y fue uno de los pioneros en registrar el color verdadero mediante la combinación de tres tomas de B/N filtradas por colores.

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