NUEVO DOCUMENTALISMO MEXICANO


José Luis Cuevas
 Patricia Mendoza, una de las grandes de la fotografía en México (fundó y dirigió el Centro de la Imagen de Ciudad de México, Fotoseptiembre, Los Talleres de Coyoacán y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca) impartió una magnífica conferencia la semana pasada en el marco del Ojo de Pez Photomeeting II, en el Palau de la Virreina (Barcelona), que llevaba por título "Nuevo documentalismo mexicano". Sin papeles y micrófono en mano, porque su vitalidad inmensa le impedía estar sentada, Patricia empezó citando las sabias palabras que Manuel Álvarez Bravo, Don Manuel, tenía escritas en la pared de su laboratorio: "hay tiempo, hay tiempo..." como aviso a navegantes apresurados.

Luego hizo un rendido homenaje a Nacho López, el pionero que según ella impulsó el trabajo de las siguientes generaciones, un fotorreportero cuyas instalaciones callejeras de los años 50 siguen sorprendiendo por su modernidad, y del origen de este neodocumentalismo, al que vinculó, entre otros acontecimientos, a la aparición de la televisión y al buen hacer de Manuel Becerra Costas al frente del periódico Uno más uno, en el cual dio cabida, en la sección "Vida cotidiana", a muchos de los autores que luego citaría, como hiciera en su momento Brodovitch en Harper's Bazar.

Nacho López
Definió esta nueva era de la fotografía, que "nace desde una búsqueda esencialmente personal de la confrontación con la realidad", como "la irrupción de la conciencia de cómo se mira lo que se mira", esa ética de la mirada que indaga en cómo miramos lo que nos rodea, algo esencial, y lo trenzó con la necesidad de utilizar la fotografía como una herramienta de construcción de identidad ("mirarnos para sabernos").
"El nuevo documentalismo exige una conciencia sobre cómo es la imagen que estamos llevando al mundo, una enorme responsabilidad porque son esas imágenes las que construyen, a su vez, el mundo en el que vivimos".
Comparó la comida con la fotografía y nos dijo que es esencial reflexionar sobre las imágenes que nos alimentan, eso que tantas veces he dicho yo... Si te alimentas de basura, eres basura. Formuló, de manera magistral, las sístoles sobre las que se articula este nuevo documentalismo, que oscila del romanticismo al naturalismo, de los sujetos a los contextos, de la contrucción de sentido desde el personaje al contexto y del contexto al personaje, del sentir del que mira la realidad al sentir del que mira la imagen. Y nos transmitió con alegría su satisfacción por vivir este momento en el que "verbo e imagen se integran, cuestionando muchas cosas y generando nuevas posibilidades, construyendo un nuevo ámbito de reflexión sobre la realidad".

Terminó su intervención con una breve recopilación de algunos de estos nuevos autores, algunos de los cuales ya conocíamos, como Maya Goded, José Luis Cuevas, Eunice Adorno (de la que aún podéis visitar su exposición "Mujeres flor" en la Fnac de Murcia) o los hermanos Montiel Klimt (Gerardo y Fernando).

Maya Goded ("Tierra de brujas")
José Luis Cuevas ("Nueva era")
Eunice Adorno ("Mujeres flor")
Gerardo Montiel Klimt ("Desierto")
Fernando Montiel Klimt ("Actos de fé")
Y nos sorprendió con otros como Mauricio Palos (la violencia en contextos de estabilidad), Elsa Medina (alumna de Nacho López, enamorada de la subjetividad cotidiana), Yvonne Venegas (hermana de la famosísima, de cuya necesidad de diferenciarse de ella nace todo su trabajo de análisis de la realidad donde creció, Tijuana), Patricia Aridjis (con sus nanas encarceladas, por ser "lanzaderas" sociales entre dos mundos inaproximables) o Kenia Nárez (cercana a los Klimt e interesada por la violencia escenificada y los cuentos infantiles).

Mauricio Palos ("Mi perro Rano")






Elsa Medina
Yvonne Venegas ("Inédito")
Patricia Aridjis ("Las horas negras")
Kenia Nárez ("El conejo está muerto")

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